Estoy en la ciudad, perdido en la oscuridad de tus ojos,
como un lobo solitario busco una madriguera para pasar la noche.
He regresado sobre las mismas pisadas que una vez fueron
la ruta perfecta hasta tu cuerpo.
Me duele tu silencio,
es una daga que se hunde en mi garganta
cuando intento decirte que te amo.
Devuélveme las palabras y el amor que me robaste,
devuélveme la primavera,
devuélveme los sueños y el tibio sabor de tus besos.